Restaurada la Inmaculada de la parroquia Santa María Magdalena de Arahal

La Inmaculada, atribuida al insigne escultor Benito de Hita y Castillo, ha sido recientemente restaurada en el taller de Antonio López Hernández. La complejidad fundamental en su intervención ha sido retirar los repintes y deterioros provocados al menos en dos intervenciones anteriores durante el siglo XX en las que se intervino la imagen para estabilizar grietas de la estructura interna de madera. La imagen represnta a la Virgen en pie sobre una nube de cabezas de querubes -cinco concretamente- y sobre el orbe del mundo, envuelta en una túnica talar blanca y manto verde que serpentea vibrantemente en pliegues que acentúan el dinamismo barroco de la obra.
 
Su restauración se ha prolongado todo un año y ha consistido en la retirada de repintes, barnices y suciedad acumulada por medio químicos hasta recuperar un bellísimo trabajo de estofado sobre oro con decoraciones de rocalla y flores al temple y cenefa con cincelado sobre el dorado. Las encarnaduras de cara, manos y ángeles estaban ocultas bajo un repinte general que distorsionaba totalmente la calidad de la imagen. Tras la retirada de repintes se ha procedido a fijar lagunas y pérdidas en el sustrato pictórico, así como su reintegración cromática por la gran variedad de matices de color que presentan los estofados.
 
Paralelamente se ha ido llevando a cabo la restauración de una peana de madera tallada y dorada con imitación de mármoles, elemento añadido ya que no existía su peana original por pérdida o cambio de gusto. En este caso se ha encontrado con suerte una pieza original de la segunda mitad del siglo XVIII que eleva y sostiene la imagen de la Inmaculada integrándola perfectamente en su base. También se ha elaborado un sistema nuevo de cogida y anclaje en la referida peana, para evitar la compleja manipulación de la imagen a la hora subir o bajar del altar, evitando al máximo el contacto con la obra.
 
Durante el proceso se ha acometido igualmente la restauración de la corona y media luna de plata, llevada a cabo por el taller de Orfebrería Bernet. Ha consistido en la recuperación de los rayos y estrellas de la ráfaga de la persona (completamente perdidos los originales) elaborados en plata de ley como las estrellas de la media luna, enderezado y linpieza de soldaduras antiguas, así como plateado y pulido final. Al mismo tiempo se ha requerido aprovechar la circunstancia de la restauración para proyectar unas ráfagas laterales de plata cincelada, siguiendo el diseño de la corona y conpletar así los elementos argénteos tan clásicos de este tipo de imagen mariana. Finalmente, se le ha compuesto unos pendientes de perlas deformes, propios de la época de la imagen.
 
La imagen de la Inmaculada llegó a la Parroquia tras la desamortización de principios del siglo XIX que forzó la marcha de los franciscanos alcantarinos, cuyo cenobio comprendía las dependencias e iglesia de San Roque. Con ella vinieron otras piezas de incalculable valor para los alcantarinos: el copón guatemalteco y los cuatro libros del Oficio divino ilustrados con grabados, todo ello en el Tesoro de la Parroquia. Los alcantarinos eran muy devotos de la Inmaculada, a la que tributaban una octava que sufragaba el célebre comerciante Juan Leonardo, el que costeara la iglesia del Santo Cristo y el que, seguramente, esté tras la comisión de la imagen de la Inmaculada a un escultor tan sobresaliente como era Hita del Castillo. De ella se han hecho reproducciones en ordebrería (respiraderos del paso de la Virgen de los Dolores en San Roque), vidriera (en la Parroquia) y en pintura.
 
Su recuperación ha sido todo un reto y pone en valor el patrimonio de nuestra Parroquia, testimonio de la fe de nuestros mayores y medio cultual para venerar a la bienaventurada Virgen María.

Francisco Gómez Rodríguez

Redactor de MedialTV. Presenta los programas "El Foro" y "Reportajes" en la televisión de este medio.

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