Desavenencias entre la empresa deportiva DXVIDA y el Ayuntamiento de Arahal
- Con la llegada de la pandemia, se produjo el fin de los servicios deportivos en el Centro Deportivo de La Venta. 18 personas han dejado de trabajar: la mayoría se encuentran en ERTE. Desde la dirección de la entidad, afirman sentirse “utilizados” y alegan un “trato injusto y desigual”, pero el Consistorio argumenta que el contrato finalizó hace tiempo. Ahora, se volverá a sacar una nueva licitación o se creará una bolsa municipal de monitores.
Las duras consecuencias sanitarias provocadas por el coronavirus son visibles cada día: personas confinadas, ingresos en hospitales, fallecimientos…La tercera ola de la pandemia ha llegado con fuerza tras las fiestas navideñas, provocando mucho daño en la ciudadanía. Es una de los terribles efectos de esta crisis sanitaria.
Pero no es el único, porque, a nivel económico, está originando importantes problemas a los ciudadanos: pérdida de empleo, reducción de ingresos de compañías, cierre de negocios, empresas al borde de la quiebra… A nivel local, esta situación ya puede comprobarse en algunos casos. Por ejemplo, en la sociedad cooperativa DXVIDA.
La entidad deportiva, encargada de los servicios deportivos en el Centro de La Venta hasta el momento de la crisis sanitaria, se encuentra en una situación complicada, según alegan sus gestores. Desde el pasado mes de marzo, sus trabajadores están sin trabajar en este sector y han pasado a ERTE, al igual que ha ocurrido en otras empresas y colectivos. Otros tres han buscado empleo en diferentes ámbitos y 4 se encuentran como autónomos.
No obstante, pasados los primeros meses de ayudas y bonificaciones públicas, la entidad está teniendo que afrontar los gastos propios de la empresa, como, por ejemplo, seguros sociales. Al no prestar ningún servicio desde hace casi un año, el estado financiero está muy mermado: “los costes de los ERTE son elevados y cada uno de los autónomos estamos soportando una gran carga económica y emocional en un momento muy delicado a nivel laboral”, afirma uno de sus responsables.
Más de tres años de servicios
La empresa DXVIDA, que contaba con 18 trabajadores de la localidad hasta el pasado mes de marzo, era la encargada de ofrecer todos los servicios deportivos desde que el complejo deportivo abrió sus puertas en febrero de 2017. Fue la adjudicataria de la licitación sacada por el Consistorio para que estas prestaciones fueran realizadas de manera externa (al igual que los servicios de mantenimiento) pero con una intervención pública sobre las instalaciones.
Sin embargo, esta concesión tenía una duración de un año por un valor de 235.127,50. Al finalizar el curso, esta licitación no se renovó, siguiendo DXVIDA, formada inicialmente por 7 gestores y otros 7 empleados, trabajando y esperando a la nueva licitación.
Diferencias entre empresa y Ayuntamiento
Los problemas con los cambios de secretaría en el Consistorio arahalense dificultaron sacar la nueva licitación pública para el siguiente año, según fuentes municipales. “No se pudo sacar pero, legalmente, la empresa siguió prestando su servicio en nuestras instalaciones a pesar de haber agotado el periodo licitado”, comenta el delegado de Deportes Antonio Luis Gómez.
De esta manera, la empresa continúa con su labor deportiva (clases dirigidas de todo tipo, asesoramiento y control en sala de musculación, socorrismo…) hasta que llega la pandemia.
En ese momento, el centro tiene que cerrar por motivos sanitarios y a petición de la delegación de Deportes, los trabajadores continúan impartiendo clases de manera online. “Esto se hace hasta que desde intervención, a los pocos días, se nos dice que no se puede mantener el contrato mientras dure el Estado de Alarma, por lo tanto lo tenemos que paralizar”.
Sin embargo, una vez que concluye esta situación excepcional, el contrato que unía a ambas partes no se retoma, ya que, según dicha delegación, la ley no permite volver a la relación laboral hasta que se vuelva a sacar la nueva licitación. “Esta situación tenía que haberse resuelto mucho antes de que llegase la pandemia. No se pudo y ahora no queremos seguir prolongando esta relación de esta manera”, afirman desde el Consistorio.
La sociedad entiende que el Ayuntamiento, tras más de tres años de trabajo, ha aprovechado una pandemia para quitarles los servicios, una vez que el centro ya ha arrancado hasta contar con un número importante de abanados tras partir de cero.
“No queremos terminar así. Desde octubre no tenemos conversaciones, ya que nos comunicaron resolver unilateralmente el contrato. Previamente, la comunicación fue escasa, lo que producía mucha incertidumbre en la plantilla. Es verdad que ahora tenemos la tercera ola, pero desde verano hemos visto centros similares abiertos, cumpliendo con las medidas de seguridad y sin ocurrir nada. Aquí no se nos ha dado la posibilidad de trabajar a pesar de que en verano teníamos un programa deportivo adaptado a la nueva situación. Queremos volver al trabajo en similares condiciones a las que teníamos y, si dentro de un tiempo tenemos que licitar, lo haremos junto al resto de empresas interesadas”, manifiesta uno de los responsables de la entidad.
El Ayuntamiento, por razones de seguridad, mantiene totalmente cerrado el gimnasio y la mayoría de las instalaciones, salvo la piscina cubierta para uso reducido y limitado del Club Natación y alumnos de un ciclo deportivo. Ahora pretendía abrir para natación terapéutica pero ha tenido que posponer esta decisión.
Futuro incierto
Tras la ruptura de la relación laboral, el Ayuntamiento está meditando cómo ofrecer estos servicios una vez que la pandemia permita abrir de nuevo las instalaciones. El ente municipal tiene dos alternativas: volver a sacar una nueva licitación (externalizando los servicios como hasta ahora) o contratar a sus propios monitores a través de bolsa, ejerciendo una gestión pública total. Esta última ha sido desde primera hora la intención del Ayuntamiento que preside Miguel Ángel Márquez, pero en 2017, cuando se abrió el Centro, el Gobierno no lo permitía y ahora sí da la posibilidad de llevarla a cabo.
La empresa cuestiona las formas y la poca comprensión mostrada por el Ayuntamiento en un momento tan difícil: “nos hemos quedado sin trabajo cerca de 20 personas y en lugar de tendernos la mano, nos dicen que deberíamos estar agradecidos por haber trabajado todo este tiempo tras acabar nuestra licitación. Nos sentimos utilizados y consideramos que hemos tenido un trato injusto y desigual, ya que existe un contrato similar con la empresa de mantenimiento y limpieza y esta sí continúa prestando los servicios. En el momento de la apertura, éramos imprescindibles para sacar el proyecto estrella del equipo de gobierno y ahora, con el centro en pleno funcionamiento y estabilizado, no le dan valor a nuestro trabajo. Hemos pasado de ser una solución a un problema para el Ayuntamiento”, señalan desde la dirección.
La sociedad podría ofertar sus servicios en otros lugares, pero, con muchas instalaciones sin funcionar al 100% por la pandemia y con las licitaciones concedidas, las opciones de trabajo se ven muy reducidas: “Si no se encontrara una solución, estaríamos en una situación difícil para seguir adelante. Además, aquí, perderíamos un proyecto iniciado en Arahal, formado por personas de la localidad y con un fomento directo de empleo, ya que se le da la oportunidad a un primer trabajo a jóvenes que acaban su formación”.
El Ayuntamiento dice entender la mala situación, pero afirma que, desde el punto de vista legal, no se puede hacer otra cosa en estos momentos.
Periodista, redactor de MedialTV. Presenta los «Servicios informativos» y el programa deportivo «Graderío Sur» en la televisión de este medio.