La experiencia de Inma Bohórquez: la voluntaria de Arahal que batalló en Madrid contra la borrasca Filomena

  • Con un espesor de nieve de más de 50 centímetros, turnos de doce horas y trabajando a -14ºC, estos ocho voluntarios hicieron frente a las adversidades de la borrasca en uno de los núcleos urbanos más afectados de la Comunidad de Madrid.
Inma Bohórquez en Boadilla

Cuando sonó el teléfono de Inma Bohórquez notificándole que había sido seleccionada para ir con el contingente de emergencias de la Escuela SAMU a Madrid, le pilló sin ropa para la nieve. Era domingo por la tarde y le comunicaron que salía el lunes a primera hora, por lo tanto, tocaba buscar ropa de abrigo y preparar la maleta para ayudar en la capital del país.  La familia de esta joven de Arahal no se lo creía. Pensaban que estaba de broma, pero no era así: le esperaban cuatro días de duro trabajo.

Desde Sevilla partieron en la mañana del lunes 11 hacia la capital del país. Hacia allí, acudían en un convoy de tres todoterrenos equipados para emergencias. Este grupo de ocho voluntarios pretendían colaborar en todo lo necesario para restablecer la situación anterior a la llegada de la borrasca Filomena. Se le asignó la localidad madrileña de Boadilla del Monte, a 45 minutos del centro de Madrid, para desempeñar estos servicios.  

En cuanto llegaron a esta ciudad, comenzaron unas horas frenéticas para ayudar a todos los vecinos: desde despejar calles, repartir sal, rescatar en carretera o llevar a personas que necesitaban asistir a un centro sanitario.

Con un espesor de nieve de más de 50 centímetros, turnos de doce horas y trabajando a -14ºC, estos voluntarios hicieron frente a las adversidades de esta borrasca en uno de los núcleos urbanos más afectados de la Comunidad de Madrid. “Íbamos bien abrigados, aquí paso más frío que en Madrid”, comenta Inma, que en unos meses ya trabajará como especialista de Emergencias Sanitarias y Protección Civil. Tras esto, comenta que la máxima que llegaron a tener los días en Boadilla fueron de 5ºC.

Voluntarios de SAMU en una actuación. Foto: Inma Bohórquez

Para esta joven de Arahal ha sido una experiencia muy enriquecedora, ya que ha podido medir la magnitud de profesiones como la suya en desastres de este tipo. “Esto es una parte más de los técnicos de emergencia sanitarias (TES), pero hay mucho más allá”, explica, ya que una de las grandes salidas de esta titulación es ser conductor de ambulancias: nombre vulgar y muy simple para todo lo que realizan.

Algunos vecinos llevaban cuatro o cinco días aislados en casa. Cuando sabían que unos sevillanos habían hecho posible que pudieran salir a la calle de nuevo, se sorprendían y a la vez no dejaban de darles las gracias. “Nos ofrecían de todo: jamón, vino y dulces”, cuenta esta arahalense entre risas recordando el cariño que los habitantes de Boadilla les dispensaron.

Tras cuatro días de enorme trabajo, regresaron a Sevilla: en el caso de Inma a Arahal, con el sentido del deber cumplido y la satisfacción de haber sido voluntarios en una catástrofe así siendo tan solo estudiantes.  

Eugenio Jiménez L.

Redactor de MedialTV. Presenta los programas "De Tarde en Tarde", "Nuestra Gente" y "Horizonte Cultural" en la televisión de este medio.

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