La Asociación AIMA Arahal ve un «poquito de luz»
- Una decena de usuarios de este colectivo han vuelto este jueves al centro para recuperar la actividad que la pandemia les arrebató de un día para otro.
En la Avenida de Lepanto de Arahal, hoy ha sido un día diferente, especial, una mañana feliz. Porque los integrantes de la Asociación para la Integración de personas con diversidad (AIMA) han regresado a “su segunda casa”.
Catorce meses después, monitores y usuarios han vuelto a verse las caras presencialmente. Con mascarillas, sí, pero cara a cara, algo que deseaban con todas sus ganas. “Estamos locos de contentos. No nos hemos podido recibir con abrazos y besos por la situación, pero sí nos hemos saludado con codos y, sobre todo, con mucha alegría, que estaba presente en los rostros”, comenta la directora Crispi Cortés.
De momento, han sido 10 los usuarios que han vuelto al centro porque todavía faltan algunos sin vacunar: “Muchos no tienen aún la segunda dosis y a 3 no le han puesto la primera. Esperamos que pronto sean vacunados y puedan volver”.
Una vuelta importante y fundamental para ellos, que después de tanto tiempo necesitan: “La mayoría no ha salido prácticamente durante estos meses. Están acostumbrados a su rutina y a su actividad diaria y, al haberla perdido, se han visto afectados emocional y físicamente sobre todo”. Por eso, hoy nada más llegar, han recuperado su habitual paseo y, poco a poco, sus tareas frecuentes con todas las medidas de seguridad oportunas: mascarillas, geles, mascarillas… Una adaptación del centro que ya se produjo el pasado mes de septiembre pero el empeoramiento de la situación obligó a mantener la sede cerrada: “Íbamos a abrir como todos los años. Pero, en ese momento, empezaron a salir casos y se nos recomendó desde el Centro de Salud mantener cerrado. Y hace cuestión de un mes, volvimos a preparar toda la documentación para reabrir y ver ya un poco de luz”.
Falta aún para que la normalidad completa se vuelva a implantar. Además del resto de usuarios, la plantilla al completo no se ha reincorporado y proyectos como las jornadas deportivas con componentes de otros centros todavía tendrán que esperar. Pero, al menos, parte de los niños de AIMA, como así los llaman cariñosamente sus monitoras, han podido reencontrarse con amigos y compañeros. Han podido recuperar parte de sus vidas y sentir, a pesar de las mascarillas y la distancia, el calor de su segunda familia. En definitiva, hoy, todos ellos, cuidadoras y usuarios, han sido, tras tanto tiempo de dificultades, un poco más felices.
Periodista, redactor de MedialTV. Presenta los «Servicios informativos» y el programa deportivo «Graderío Sur» en la televisión de este medio.