La Confederación del Guadalquivir publica las medidas de protección contra inundaciones del arroyo Saladillo

  • El objetivo es definir las actuaciones necesarias para laminar las avenidas y evitar la inundación del suelo urbano consolidado del núcleo de Arahal. El proyecto estará sometido a información pública durante 20 días.
  • Entre las medidas de protección se contemplan dos parques de tormentas, ampliar el cauce aguas debajo de la carretera SE-5204 y, por último, motas de protección tanto en la parte trasera de la calle de las Erillas y en las vías del ferrocarril y polígono industrial “La Cantarería”.
Arroyo Saladillo a su paso por Arahal.

El Organismo de cuenca del Guadalquivir somete a información pública, por un periodo de 20 días hábiles el “Proyecto de medidas de protección contra inundaciones del arroyo del Saladillo en el entorno del núcleo urbano de Arahal”, con el objeto de definir las actuaciones necesarias para la laminación de las avenidas del arroyo y así evitar la inundación del suelo urbano consolidado.

El proyecto, insertado en el Boletín Oficial de la Provincia (el día 5 en el BOE), define una serie de medidas orientadas a la gestión de las inundaciones en el entorno urbano como la materialización de parques de tormentas que permitan la laminación de las avenidas del arroyo y eviten la inundación de la zona urbana adyacente. Los parques de tormentas quedan delimitados por motas de tierra que permitan la laminación del agua. A su vez, el vaso de los mismos tendrá capacidad suficiente para la retención del volumen de avenida, lo que conllevará la realización de excavaciones en los mismos para obtener la capacidad de retención deseada.

Entre las medidas de protección se contemplan dos parques de tormentas, uno aguas arriba del primer cruce del arroyo con la autovía A-92 para amortiguar la avenida antes de llegar al núcleo urbano, y otro ubicado entre la autovía y la carretera SE-5204 (Arahal-El Coronil) para evitar inundaciones en la trama urbana. También se prevé ampliar el cauce aguas debajo de la carretera SE-5204, contemplando la demolición de las construcciones situadas en la margen derecha del cauce. Y, por último, motas de protección tanto en la parte trasera de la calle de las Erillas (para evitar que las avenidas alcancen el núcleo urbano consolidado) y en las vías del ferrocarril y polígono industrial “La Cantarería”.

Según informa Jaedilla a través de un comunicado, ya en febrero de 2013, la CHG sometió a información pública la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) en la Demarcación del Guadalquivir con el objeto de elaborar los Mapas de Peligrosidad y Riesgo, así como el Plan de Gestión (tal y como exigen las normas europeas). En esa primera evaluación, la Asociación ecologista alegó para que se incluyera el tramo urbano del arroyo Saladillo unos 1.650 metros como un Área con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI), debido a los episodios de desbordamiento con daños materiales a las zonas comerciales e industriales de la Carretera de Villamartín, ocurridos en los últimos años. Episodios que se habían agravado desde que se empezó a desarrollar comercialmente esa zona.

Jaedilla argumenta que la respuesta de entonces de la CHG fue “que no había motivos para considerar ese tramo como potencialmente inundable por no superarse los umbrales de significación y estar en zona de riesgo bajo y medio”. También se justificaba con una actuación reciente de “limpieza y ensanchamiento del cauce mediante la apertura de la caja del arroyo”.

Sin embargo, casi 6 años después, con la apertura del periodo de información pública de la revisión y la actualización del EPRI correspondiente al 2º ciclo, ya se propuso su inclusión como uno de los 43 nuevos tramos potencialmente inundables, justificándose en nuevos datos como el estudio de inundabilidad redactado por CIVILE -en noviembre del año 2015- y encargado por la Agencia del Régimen Especial Ciclo Integral Aguas del Retortillo (CIAR). Posteriormente, en diciembre de ese año, se elaboró el anteproyecto de medidas de protección contra las inundaciones a cargo de REALIMA, que ya diseñaba las medidas necesarias que ahora se pondrán en marcha.

En el comunicado, Jaedilla recuerda, que desde que comenzó a urbanizarse la UE-13 ‘Ursaral’ con la construcción de los supermercados Lidl, Mercadona y la Estación de servicio, “los problemas de inundación en ambas márgenes de la carretera Villamartín aumentaron, sumándole cuantiosas pérdidas económicas en los negocios que hay frente a esta”.

Inundaciones en la zona comercial de la carretera Villamartín, Arahal.

Por ejemplo, afirma que desde 2007 hasta la actualidad se han producido varios episodios de inundación en esta zona como el vertido de fuel de la estación de rebombeo de CLH en 2007, en abril de 2008 en febrero de 2009, en mayo de 2013 o en noviembre tanto del año 2016 como del 2017, ésta última con pérdidas elevadas que, según los propios comerciantesm las “han podido llegar hasta los 60.000 euros”.

Solución de Jaedilla para evitar estos sucesos

Para Jaedilla, las inundaciones y las grandes avenidas de los ríos son fenómenos naturales bien conocidos que se suelen repetir con periodicidad en nuestras latitudes. A veces cada 100 años, a veces más, pero el caso es que las sequías que se alternan con las avenidas hacen flaquear nuestra débil memoria. Y para ello seguimos empeñándonos en vano en reconquistar el terreno de los ríos, sin querer pensar que la avenida, tarde o temprano, llegará.

Jaedilla señala varios factores en el agravamiento de los efectos de las inundaciones. Por ejemplo, apunta a la “mal llamada limpieza de cauces” (término eufemístico que se adopta para no precisar que estas obras consisten en canalizaciones, rectificaciones y dragado de los cursos fluviales), al poco caso que se tiene al análisis y la valoración del cambio climático y, sobre todo, al desgobierno territorial respecto al caos urbanístico, es decir, ante las construcciones en dominio público hidráulico y en zonas de alto riesgo de inundación.

Por eso, para la organización la única solución válida para evitar la erosión y futuras inundaciones sigue siendo la creación de un parque fluvial y la renaturalización del tramo urbano, eliminado obstáculos y taponamientos, reforestando toda la ribera con especies autóctonas y creando un paseo peatonal de uso público: “esto se puede hacer -de forma inmediata y con clara voluntad política- con fondos supramunicipales, iguales que los que se utilizan para arreglar calles o crear nuevos parques”, reza el escrito.

“La recuperación del ecosistema fluvial con la plantación de vegetación de ribera propiciará que el arroyo se autoregule, oxigenándose y dejando de oler a podrido. Estamos convencidos de que esta propuesta será una solución definitiva para el cauce urbano del arroyo Saladillo. No se trata de ir en contra de la naturaleza sino de favorecer mecanismos naturales como la creación de meandros gracias al depósito natural de los materiales erosionados aguas arriba”.

Alejandro Solano Cintado

Periodista, redactor de MedialTV. Presenta los "Servicios informativos" y el programa deportivo "Graderío Sur" en la televisión de este medio.

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