La Virgen del Carmen de la Victoria vuelve a su parroquia tras una «intervención preventiva»

• Conocemos en exclusiva en MedialTV las labores de conservación llevadas a cabo por la arahalense Elisabeth Gallego
  
• La imagen es anónima del siglo XVIII proveniente de Carmona

La imagen que preside el altar de la Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, la Virgen del Carmen, ha sido sometida a una “intervención preventiva” con el fin de conservar un bienestar de una de las efigies de gloria con mayor peso devocional de nuestra localidad. Aunque se resalta que este tipo de mantenimiento sirve para conservar lo que hay sin modificar nada más allá de lo que la figura tiene, el resultado es la Virgen que desde hacía décadas no se veía en la Victoria.

Aunque para el párroco, Miguel Ángel García, este proceso “no era una cosa que en principio entendía que hacía falta”, decidió poner en marcha este proyecto tras los avisos del vestidor de la imagen, el arahalense Rafael Lorca, que advertía del peligro que corría debido a su estado de conservación. El propósito de comenzar este proceso de mantenimiento preventivo se reafirmó por el “empeño de las personas que intervienen en esto”, sigue diciendo Miguel Ángel, refiriéndose al grupo de fieles que desde una vecina, un carpintero o un herrero han puesto interés durante esta intervención.

Los pormenores de estas acciones nos la cuenta en exclusiva para MedialTV su conservadora. Eli Gallego (Arahal, 1983) es licenciada en conservación y restauración por la Universidad de Sevilla y ya conocida en el arte sacro de la localidad de restauraciones como la del cuadro fundacional de la Virgen del Rosario del convento o la Virgen de Fátima de San Antonio, por citar algunas.

La conservación

Un mes antes del decreto del estado de alarma, Eli se reunió con Miguel Ángel y Rafael para ver, en una primera valoración, cómo estaba. “La imagen se mantenía en pie, pero tenía cierta inestabilidad”, esa fue una de sus primeras conclusiones tras el estudio ‘in situ’ en la propia parroquia. Eli venía de restaurar el año pasado el Niño que porta la Virgen en su brazo izquierdo, este presentaba suciedad y en algunas zonas pérdida de policromía.

Esa “cierta inestabilidad” que acusaba la Virgen del Carmen y de la Merced, como cita el párroco acerca de su advocación completa, residía en el candelero, la estructura que se extiende desde la cintura hasta la base y que en esta imagen el original es cuadrado y algunos de los travesaños que lo conformaban estaban sujetos por puntillas. El proceso empezó por aquí, realizándose uno de manera ovalada con un sistema mejor para el anclaje a este del busto de la Virgen. Tras esto, se cambió el mecanismo articular de los codos pasando de uno de clavos a uno de bola, que son los más recientes en el campo de la restauración y de una mayor comodidad a la hora del cambio de ropa. Además de esto, las actuaciones incluyen la retirada de una fina capa de suciedad unido a la recolocación de las pestañas originales de la Virgen

Sobre la procedencia

En la parte trasera presenta una oquedad en la espalda sobre la que se puede abrir muchas hipótesis, enlazadas con su origen hasta día de hoy anónimo, sobre la utilidad del hueco. Los estudios han buscado una firma, un trozo de papel que hablase algo más de la imagen, pero ha sido todo en vano. Sobre este hueco se habla de un recurso del escultor para que el peso fuera menor o, incluso,  reforzar la teoría siempre hablada del pasado de esta como santa (se dice que Santa Rita de Casia) que estaba en Carmona y que posteriormente sufriría una transformación a la actual que conocemos. Con todo esto, a día de hoy solo se puede hablar de una imagen barroca anónima del siglo XVIII.

Otro de los aspectos importantes en esta intervención es la disgregación de la capa pictórica del busto, descubriéndose otra policromía tras el análisis de luz ultravioleta. Esta segunda capa podría reforzar la hipótesis del cambio de advocación antes citada.

 

Satisfacción en la parroquia

Gallego puntualiza con mucho ahínco que se ha realizado una “pequeña limpieza que  apenas se aprecia” con el fin de “mantener la policromía original”. Con el resultado final de esta intervención la conservadora se siente satisfecha “puede parecer desde abajo una intervención más fuerte, pero no lo es”, comenta. Tanto la parroquia al igual que la feligresía ya se ha manifestado congratulándose de lo acertado de estas actuaciones. Desde hace unos días, la Virgen vuelve a presidir el altar mayor coincidiendo con las comuniones, algo que desde el inicio de este proceso de mantenimiento se tuvo muy en cuenta que la vuelta del taller fuera antes de esta celebración.

Desde la Parroquia todavía no se ha planteado nada especial con motivo de este regreso de la Virgen que marca las horas de uno de los barrios con más solera de Arahal.