Mari Vega, la sanitaria de Arahal que vivió las primeras horas del nuevo Hospital Covid de Sevilla

• El nuevo Hospital de Emergencias Covid-19, antiguo Vigil de Quiñones, lleva menos de una semana inaugurado
• Mari Vega, vecina de Arahal, formó parte del primer turno de noche del centro
• Dependiente del Virgen del Rocío, el antiguo Hospital Militar de Sevilla ayuda a descongestionar a los otros hospitales de Sevilla

La historia sanitaria de Sevilla comenzó a escribir el pasado lunes 1 de febrero un nuevo capítulo. Tras más de quince años de silencio, abandono y olvido volvió a abrir sus puertas el antiguo Hospital Militar Vigil de Quiñones. Reconvertido hoy en el Hospital de Emergencia covid-19, servirá para ayudar a aquellos centros que desde hace varias semanas notifican su frustrante cantidad de camas utilizadas.

Durante su restauración han trabajado vecinos de Arahal para tenerlo todo preparado. Según el presidente de la Junta de Andalucía, se han cumplido los plazos de ejecución. Con la recepción del primer paciente el mismo día de la inauguración, otro grupo de arahalenses, en este caso sanitarios y personal auxiliar, formarán parte de la nueva plantilla hospitalaria.

Mari Vega es celadora y vecina de Arahal. Ha pasado estos meses atrás trabajando en el Hospital de Valme, allí ha conocido la cara más amarga de la pandemia. A través de la bolsa de empleo, le notificaron hace unas semanas que tendría trabajo en el Hospital Virgen del Rocío, días antes del comienzo de la operatividad del nuevo centro, fue avisada de su nuevo destino: el Militar de Sevilla.

El primer paciente, un varón de 50 años, entró pasadas las doce del mediodía. Vega, comenzó su trabajo esa misma noche: fue de las primeras en estrenar el centro. Con el turno acabado, y tras una noche muy frenética, cuenta a MedialTV cómo se siente: “El miedo lo tienes ahí, sabes a lo que vas: a la covid.” Como celadora, su labor es necesaria en todas las áreas del hospital, por tanto, el sumo cuidado tiene que ser lo primordial porque “ese miedo de llevárnoslo a casa siempre lo tienes”, confiesa.

Su primer turno lo pasó en parte en la UCI. Durante la noche, entraron dos pacientes abruptamente que pasaron desde sus habitaciones porque habían empeorado por momentos. Un rato antes, ella había constatado su estabilidad: “De estar hablando tan animado tan bien a tener que intubarlo.” Al contar esta situación, dice que son momentos muy duros.

Una dedicación únicamente a la covid

La puesta en funcionamiento de este edificio sanitario llega en el peor momento de saturación de los centros durante la tercera ola. Este, servirá para descongestionar progresivamente al resto de hospitales de Sevilla.

El centro cuenta, actualmente, con siete de las trece plantas, lo que significa en torno a un 50% del edificio, que albergarán 144 camas para hospitalización y 25 camas para la Unidad de Cuidados Intensivos, aunque se irán habilitando en función de la demanda.

Nuevo hospital, nuevos compañeros

El antiguo edificio militar depende del Virgen del Rocío. La mitad de la plantilla  pertenece al personal fijo e interino del mismo y otra mitad proviene mediante contratación por bolsa, como el caso de Mari. Pese a lo crudo de su trabajo, la alegría es el denominador común en el nuevo equipo sanitario. Juventud unida a la veteranía sin faltar “fuerzas, ganas y compañerismo”, resume.  

No es la única de Arahal, a la mañana siguiente tras acabar su turno, se encontró con otra compañera celadora y no serán las únicas de la localidad en trabajar allí.

Petición a la ciudadanía

Esta joven sanitaria, que ve día tras día la realidad de la situación, hace un llamamiento a todos los vecinos sobre pandemia: pide que esto no se tome a broma. “Si vieran realmente lo duro que es, de verdad, tomarían más precauciones”, sentencia.

Ella conoce las ganas de salir a la calle y disfrutar, pero ahora recalca que no es el momento. Aún así se siente esperanzada: ya está vacunada de la segunda dosis desde el lunes. Cuenta que le molestó un poco al día siguiente, algo muy normal después de una vacunación.

Mari Vega, junto a sus compañeros, ponen la tinta para el nuevo capítulo del libro de la sanidad en Sevilla.