Los agricultores de Arahal siguen insistiendo en tener “más ojos en el campo”

• Este lunes se mantenía una nueva reunión con el Consistorio para solicitar la contratación de varios guardas rurales que ayuden a las fuerzas de seguridad en su labor. El Ayuntamiento buscará las vías legales para dar respuesta a esta demanda.

La preocupación por la seguridad en los campos continúa entre el sector agrícola de la localidad. Por eso, tras una primera reunión el pasado jueves, decenas de agricultores se daban cita este lunes en la Casa del Aire para volver a mantener un encuentro con las autoridades municipales y con las fuerzas y cuerpos de seguridad.

En esta sesión, estuvieron presentes la alcaldesa del municipio, Ana María Barrios, el teniente de la VI Compañía de la Guardia Civil y coordinador provincial para robo, David Moreno, el jefe de la Policía Local, José Antonio Humanes, y componentes del grupo ROCA. También concejales de la oposición.

La regidora arahalense explicó que, desde la semana pasada, está en marcha el plan de seguridad que incluye la vigilancia aérea mediante drones, una mayor presencia policial en el campo, y el refuerzo de efectivos de la Guardia Civil en el ámbito rural.

El teniente de la Benemérita, por su parte, pidió que se denuncie cada robo y se facilite toda la información posible sobre estos sucesos para facilitar la labor de los cuerpos de seguridad: «estamos haciendo todo lo posible. Trabajamos coordinados y estamos esclareciendo la mitad de los robos».

No obstante, durante la reunión (en la que se vivieron algunos momentos tensos), varios  agricultores tomaron la palabra para insistir en la necesidad de contar con “más ojos en el campo”. Para ello, solicitan la contratación de personas que ayuden en la función de vigilancia, al menos durante los 3 meses de la campaña. «Se podría dar trabajo para esto a 4 o 5 personas, de manera excepcional, desde las delegaciones de Medioambiente y Agricultura, por ejemplo».

Ante esta petición, Barrios explicó que el Ayuntamiento no puede contratar directamente a nadie (ni a través de la Sociedad de Desarrollo como también se pedía), ya que no es competencia del ente municipal, aunque sí dejó la posibilidad de trabajar en otras vías para poder dar respuesta a esta demanda. Por ejemplo, a través de la concesión de subvenciones a los cotos del municipio o a través de la cooperativa de agricultores y que sean ellos los que lleven a cabo las contrataciones de guardas rurales.

Esta opción plantea un inconveniente: no es inmediata. Para llevarla a cabo, habría que abrir un procedimiento legal que conlleva un determinado plazo para realizar todos los trámites (al menos un mes). Aún así, algunos de los agricultores se comprometieron a hablar con los responsables de los 4 cotos (que abarcan prácticamente la totalidad del término municipal) para que se pueda iniciar esta vía cuanto antes.

El portavoz socialista, Paco Brenes, también tomó la palabra para tratar de aportar su visión y una solución jurídica, aunque la alcaldesa, le replicó que ese no era el lugar para el debate político: “para esto ya están los plenos y los demás foros correspondientes”.

Guardería rural

Otra posibilidad que plantean los propietarios de fincas y víctimas de estos robos es la creación de una guardería rural profesional. En un documento repartido al comienzo de la propia reunión, afirman que el “Ayuntamiento se empeña en poner todo tipo de problemas para negarse a ello a pesar de habernos ofrecido a que nos suban el IBI agrario para pagarlo”.

Ante esta vía, la alcaldesa explicó que dicha guardería se podría establecer pero que era necesario crear el servicio previamente según normativa. Una vez creado, estos trabajadores, cualificados y preparados para este cargo, realizarían todas las funciones que establece la ley: inspecciones de caminos y veredas públicas, tareas de vigilancia urbanísticas… Esto, además, implicaría un mayor plazo de tiempo para ponerlo en marcha, por lo que no sería una solución para el problema actual.